Los que me conocéis sabéis que por lo general nunca me he sentido muy inclinada hacia el arte contemporáneo, pero eso ha cambiado desde que conocí a mi querida Anita Orzes y desde que empecé mi nuevo trabajo. Y precisamente ha sido gracias a este último que he descubierto al artista Jaume Plensa. Después de leer varias de sus declaraciones y entrevistas me ha parecido una maravilla: es un hombre con una cultura impresionante y que vuelca muchísimo contenido en su obra, mucho más del que pueda parecer a simple vista.
Se podrían tratar muchos aspectos de su vida y su obra, pero no quiero ponerme biográfica ni tampoco hacer una retrospectiva de su producción. En esta entrada quiero tratar únicamente un aspecto que aparece con frecuencia en sus esculturas: la necesidad de recogimiento.
Se podrían tratar muchos aspectos de su vida y su obra, pero no quiero ponerme biográfica ni tampoco hacer una retrospectiva de su producción. En esta entrada quiero tratar únicamente un aspecto que aparece con frecuencia en sus esculturas: la necesidad de recogimiento.
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Jaume Plensa, Olhar nos meus sonhos. Playa de Botafogo, 2012 |
Una parte muy importante de la producción de Jaume Plensa está formada por esculturas públicas. Muchas de ellas están situadas en medio de paisajes de gran belleza, como la playa de Botafogo en Río de Janeiro, o St. Helen's, cerca de Liverpool.
El propio Plensa explica que el día de la inauguración de la escultura de Botafogo la gente la preguntaba cómo podía ser que, en medio de un paisaje tan hermoso, la niña de su escultura mantuviera los ojos cerrados. El escultor responde que cada una de estas esculturas -pues es un motivo que se repite con frecuencia en su obra- es una invitación a mirar hacia dentro, al interior de cada uno: "mira dentro, porque lo que tienes dentro es tan bello como lo que hay fuera", dentro de cada uno hay un mundo interior extraordinario, que hay que visitar y comunicar a los demás.
Esta invitación al recogimiento Jaume Plensa la aborda también en lugares tan concurridos como Madison Square. En este lugar el mensaje resulta incluso más impactante: no parece posible encontrar a una persona con tanta paz en un lugar donde el ritmo es tan agitado.
Vivimos en una sociedad donde parece defenderse
lo contrario. Todo tiene que hacerse con prisa, todo es instantáneo: la
comunicación, los viajes, las relaciones... A la vez, vivimos rodeados
por una saturación de imágenes que a cada paso se interponen en nuestro
camino, apelando a cada uno de nuestros sentidos. Todo ello hace que no
sea cada vez más difícil la introspección. Nos cuesta mucho detenernos
en este ir y venir y, de forma paradójica, cuando encontramos un momento
de calma no tardamos en encender la televisión, la música o el móvil
para rellenar ese hueco. Parece que ya no soportamos estar con nosotros
mismos.
Os
dejo para terminar más imágenes de la escultura de Jaume Plensa y un
vídeo en el que se explica brevemente el proyecto de la playa de
Botafogo.
Almudena Ruiz del Árbol Moro
Que pasada de post! Me chifla el blog!! Os sigo desde ya! Mil besotes niñas!
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