sábado, 12 de abril de 2014

Into the wonder

Ayer por la noche ví un vídeo que ha dado un giro a mi vida. No la ha llevado por un camino nuevo, pero la ha reconducido por uno que, sin darme cuenta, había comenzado a abandonar: el asombro.

El 29 de marzo en la Universidad de Navarra organizó un evento de charlas TedX en torno al tema del asombro. En su intervención, Lupe de la Vallina habló sobre el asombro como herramienta de trabajo. A continuación os dejo el vídeo:






El en vídeo Lupe animaba a su público a hacer una lista con aquellas cosas que les habían asombrado en las últimas horas, días o meses, para después preguntarles si se habían dejado llevar por el asombro en todas esas ocasiones. Yo me hice mi propia lista mental, y en ella había oportunidades desaprovechadas. Momentos perdidos que hubieran enriquecido mi vida y que me hubieran ayudado a disfrutar mucho más de lo que me rodea.

Al igual que Lupe, mi asombro es principalmente estético, y me gusta hacerle fotos a las cosas que me asombran (con la diferencia de que ella lo hace con una cámara profesional y yo con la de mi humilde móvil). Pero al oírle hablar, empecé a darme cuenta de que en el últmo año había perdido esa costumbre, quizá influida por la gente que se cansaba de tener que esperarme cuando íbamos andando por la calle, o porque al convertirme en "una mujer trabajadora" (¡oh cielos!) lo había empezado a relegar a un segundo plano.

Hace poco terminé de leer El despertar de la señorita Prim, un libro que me ha encantado y que sin saber por qué, no se me va de la cabeza desde hace una semana . Ahora lo sé, ese libro me ha asombrado y todavía no he hecho nada con él más allá de habérmelo leído en un tiempo récord. Por eso, he decidido hacer algo que no he hecho antes con ningún otro libro: empezar a leerlo otra vez nada más haberlo acabado. Y precisamente en esta segunda lectura es cuando he descubierto que el despertar de la señorita Prim es nada más y nada menos que su camino hacia el asombro.

Sé que esta entrada se sale de lo normal, se trata de una confesión algo más personal de lo que suelo acostumbrar a escribir en este blog. Pero he tomado la decisón de no dejar pasar de largo las cosas que me asombren. Y la charla de Lupe ha sido una de ellas.

Almudena Ruiz del Árbol

2 comentarios:

  1. Una de las frases más conocidas de Picasso es la en la que afirma que necesitó todo “una vida” para “aprender a dibujar como un niño”.

    Frente a la racionalidad y objetividad de la sociedad contemporánea, donde todos hemos dejado de “dejarnos llevar” o de “asombrarnos” tendríamos que preguntarnos cómo recuperar esta capacidad.
    Esto porque no tenemos que relacionarnos con la vida solo desde el punto de vista de la ratio (razón, en latín); si así fuera transformaríamos el mundo que nos rodea en “algo” frío, seco o, aún peor, ESTÉRIL. Tenemos que volver a ser románticos, dejarnos capturar por el empirismo y solo cuando hemos vivido la experiencia volver, si se considera oportuno, a l’âge des lumières.

    Desafortunadamente, no me acuerdo de la última vez que me dejé llevar por el asombro: vivo tan de prisa que muchas veces no me doy cuenta de lo que me rodea y ahora, después de haber escuchado Lupe de la Vallina me pregunto por qué he perdido esta capacidad, cuando dejé de asombrarme para pensar con superficialidad que “algo” es simplemente “gracioso sin más”, en que momento me volví estéril como el mundo que me rodea y por qué nunca extrañé esta “libertad de sonreír”.

    Y aquí la pregunta: ¿Nos dejamos llevar por el estéril mundo que nos rodea o somos cómplices de su esterilidad?

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    1. Estoy de acuerdo con tu idea... Aunque no del todo con lo que dices del empirismo. Es cierto que la realidad es el detonante, pero opino que el asombro está más bien relacionado con la capacidad de trascender esa realidad, saber contemplar la Belleza, la Verdad que hay más allá del hecho empírico en sí. Por eso la gente con mayor capacidad de asombro son aquellas con mayor sensibilidad, con mayor finura del alma. Un camino en el que se crece a medida que te dejas llevar por el asombro

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